A LA ABUELA SE LE HA IDO.
Nos vamos a quedar con la duda de si a la abuela se le ha ido de verdad la olla o es que en realidad no le gustaba esa chica para su nieto.
Aquel verano fue distinto a los demás. Todo cambió. No hubieron bicis, ni pelota, no fuimos a pescar ranas al río... ni siquiera ninguno propuso colarnos en la vieja casa abandonada... Algo sucedió aquel verano. Nada volvió a ser como antes.