SLAVE LEIA OUTFITCarrie Fisher odiaba el bikini metálico que llevó como prisionera de Jabba.
El famoso “Slave Leia outfit” de El Retorno del Jedi era tan incómodo como revelador. Estaba hecho de metal rígido en algunas partes y apenas permitía moverse o sentarse con normalidad. Cada vez que Carrie se recostaba, el traje se desplazaba y dejaba partes al aire, así que el equipo tenía que estar constantemente recolocándolo entre toma y toma.
Con el tiempo, ese traje que nació como intento de sexualizar al personaje acabó convirtiéndose en un símbolo icónico (y bastante polémico) de la saga. Carrie lo detestaba, pero también se adueñó de él con ese humor ácido que la caracterizaba y dejó claro que Leia no era solo una cara bonita encadenada a un gusano gigante.
Cuando Disney compró Lucasfilm, empezó a limpiar la imagen de la franquicia y una de sus primeras víctimas fue el bikini dorado. Durante años, este look se había convertido en un símbolo pop (y en fantasía recurrente de más de un fan), pero a la nueva dirección no le hacía gracia. En 2015, se dejaron de producir figuras, pósters y merchandising oficiales con ese diseño, y muchas tiendas online lo retiraron del catálogo. El argumento era que no querían sexualizar a un personaje femenino tan importante… aunque llevaban décadas vendiendo exactamente eso.
En la serie Friends, Ross le confiesa a Rachel que su mayor fantasía es verla vestida como la princesa Leia, con el famoso bikini. Lo que empieza como una escena de humor termina siendo una confirmación de que el Slave Leia look ya era cultura pop pura, al nivel de cualquier disfraz reconocible en Halloween.
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Bonito gesto de Bad Gyal facilitando que sus fans sordos puedan leerle los labios.
Y ya puestos, ¿Alguien que sepa lenguaje de señas y nos pueda ayudar a interpretar lo que dijo esta otra muchacha?
LOS DESNUDOS DE GIOACCHINO DELL ERBAGioacchino Dell Erba, fotografo y cocinero. Ya sea tras la cámara o en la cocina, se sumerge de lleno en la expresión de su creatividad. Para él, la fotografía, tanto en su versión digital como analógica, es una herramienta poderosa que le permite capturar no solo imágenes, sino también emociones y narrativas profundas. Cada toma es una oportunidad para contar una historia, para inmortalizar un instante único que transmita un estado de ánimo o una sensación particular.
Ambos mundos, el de la fotografía y la gastronomía, comparten elementos fundamentales como la artesanía, la paciencia y una atención minuciosa al detalle. En ambos campos, Gioacchino se entrega por completo a su labor, buscando siempre la perfección en cada creación, sin perder nunca de vista la belleza que reside en la imperfección y la espontaneidad del momento.
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Fallo en Matrix.