CARA, TAYLOR Y HALLEHace años, sobre mediados/finales de la primera década del 2000, vivimos un BOOM de descuidos de famosas. Los medios digitales crecieron como setas y los paparazzis tenían muchas más agencias a las que venderles sus fotos. Antes, esas fotos sólo se vendían a revistas de papel, y por norma general las fotos de descuidos de tetas y chochos no solían publicarse, pero con Internet todo cambió.
Pasó el tiempo y explotó el Fappening, filtrados de fotos de famosas hechos por ellas mismas, fotos guardadas en la nube que se difundieron por la red como la pólvora.
Ahora, con la llegada de la IA, hemos pasado a otro nivel. Vale que nos son ellas. Vale que las han creado unos algoritmos y modelos matemáticos que procesan datos, aprenden patrones y toman decisiones imitando la inteligencia humana, pero qué más da. No es lo mismo, pero nos vale.
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