LA VIDA ES UN JUEGO DE INJUSTICIASLa vida es, a menudo, un juego de injusticias. No siempre las cosas salen como deberían. Te esfuerzas, haces lo correcto, y aun así, a veces terminas perdiendo. Es como si el universo, en su caótico sentido del humor, decidiera que no basta con joderte una vez, sino que además te da un golpe extra, uno que no viste venir.
Y es que, aunque quisiéramos creer que el mundo recompensa la justicia, la realidad es que no siempre es así. A veces, a pesar de estar en el lugar correcto, haciendo lo correcto, te encuentras de frente con la crueldad o la indiferencia. La vida no siempre te da lo que mereces, sino lo que toca en ese momento, y lo que toca no siempre es justo.
Pero así es la vida: impredecible, a menudo desleal, y llena de golpes inesperados. No queda otra que levantarse, con la marca de la última hostia en la cara, y seguir adelante, sabiendo que la próxima vez, tal vez, las cosas salgan mejor. O tal vez no. Pero al final, seguimos, porque la vida no se detiene y nosotros tampoco podemos hacerlo.
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¡Que voy!