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Un puto hipster trató de unirse con su fixie (bici reciclada, sin marchas ni frenos) al pelotón del Giro de Italia en la etapa que une Albenga y Génova, provocando una multitudinaria caída. Lo de “puto” no va por ser hipster si no por ser gilipollas.
Gilipollas, hay que decirlo más. Hay muchos sueltos y deben saber que lo son, porque igual lo desconocen, no se dan cuenta, lo ignoran, y si no se les informa, seguirán haciendo gilipolleces el resto de sus vidas.
Que el hecho de decírselo puede que no cambie las cosas, pero del mismo modo que un donativo no acaba con el hambre, si calma conciencias.
Tu al próximo que veas díselo. Verás como te sientes mejor. Y si es muy grande se lo dices por lo bajini.
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BolaExtra
El perro de Snoop Dogg, Juelz Broadus, vive mejor que tú y que yo.
El término “hipster” fue acuñado en los años 40 por músicos de jazz, que llamaban “hip” a todos aquellos que entendían de este nuevo género musical. De ahí pasaron a “hepcats” para acabar transformándose en el actual “hipster”.
Para resumir, ser “hipster” es pertenecer a una cultura urbana alternativa, tanto en tendencias musicales como en moda o cine. Camisas de cuadros, pantalones de pitillo, sombreros o gorros de lana, gafas de pasta, pañuelos o fulares liados al cuello... Ropa usada y alimentación orgánica... Gente que vive en zonas urbanas, muy intelectuales y espirituales ellos.
Esto viene por la escena porno que os quiero pasar. La protagoniza Aurora Monroe (ahora Trinity Ryan) y parece que esté grabada con Instagram o alguna de estas aplicaciones que todos tenemos en el móvil. La verdad es que me ha gustado bastante, no solo por lo morbosa que resulta, pese y a acabar follando en un colchón de mala muerte, si no como ya te digo por ese filtro de cámara que han usado que le da un toque distinto y muy atractivo. Muy hispter todo.